Mientras Enrique Peña afirmó que el combate al narcotráfico es una tarea "irrenunciable" del Estado y consideró que Latinoamérica debe hacer un esfuerzo conjunto para combatir al crimen organizado, Felipe Calderón confió en Washington en que su sucesor no tome otra alternativa más que mantener la lucha por la seguridad o "hacerse para atrás" y darle mano libre a los criminales.
Al responder consultas de empresarios reunidos en la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) de Perú, Peña aseveró que el combate al crimen "es para el Estado una tarea irrenunciable".
Afirmó que ajustará la estrategia de combate al crimen organizado para hacerlo más efectivo y lograr que el tema deje de ser uno de los más críticos y acentuados.
Peña dijo que se buscará conservar las ventajas de lo que ya se ha hecho, pero es indispensable realizar ajustes para que la estrategia sea exitosa.
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